miércoles, 25 de diciembre de 2013

El banco no es nuestro amigo

Teniendo en cuenta cómo suelen actuar los clientes de las entidades bancarias el título de esta entrada no es tan evidente.

Generalmente, consideran al empleado de la banca como una persona de confianza y sienten un cierto compromiso con él. No comparan las condiciones de la cuenta corriente, de la tarjeta de crédito, del préstamo hipotecario, ... Aceptan como bueno lo que nos ofrece, no ya sólo sin comparar, sino sin preguntar ni siquiera por las condiciones, firmando lo que nos ponga delante y casi siempre sin quedarnos con copia de lo frmado.

¿A alguien de suena esto?

¿Por qué cuando compramos un coche comparamos en numerosos concesionarios, regateamos el precio, pedimos que nos regalen todo lo posible, pero cuando contratamos una cuenta corriente u otro producto financiero casi nos sentimos como si nos hacen un favor?

En este hecho radica la facilidad de colocar productos que no convienen a los clientes y nos ofrecen lo que les han obligado a vender.

La respuesta, bajo mi punto de vista, es la baja educación financiera de los españoles, que hace que no veamos a la entidad financiera como una empresa que trata de lucrarse con nosotros, sino como alguien que nos ayudan a gestionar nuestro dinero.

Mi consejo es que cuando tratemos con los bancos tengamos siempre presente que somos los clientes, que hay muchos bancos y que generalmente cualquier beneficio para ellos es una pérdida para nosotros y viceversa.

Conseguir cambiar nuestra mentalidad en ese sentido es un enorme paso adelante en nuestros logros con la entidad.

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