Para ello tratan de confundir al público con las rentabilidades expresadas en %, pero que puede significar diferentes cosas. Analicemos la TAE y la TIN.
TAE es la Tasa Anual Equivalente, que se aplica tanto para los intereses que nos cobran los bancos para los créditos como para aquellos intereses que nos pagan con cualquier producto de ahorro e inversión.
TIN es la Tasa de Interés Nominal, el tipo de interés que se aplica durante un periodo concreto. Puede ser un tipo de interés del 4% anual o del 4% trimestral, por lo que hay que estar muy atentos al período al que hace referencia.
Cuando hablamos de depósitos, la rentabilidad puede cambiar en función de la frecuencia de abono de los intereses y la duración de la inversión. La TAE nos dice qué intereses recibiríamos en el caso de que el depósito fuera anual; la TIN, los intereses que recibiremos efectivamente en el periodo contratado.
Coinciden sólo si el depósito es anual y los intereses nos los entregan a vencimiento; en los demás casos, hay que hacer cálculos.
Pongamos por ejemplo un depósito con un importe de 10.000 euros, frecuencia de abono de intereses mensual y vencimiento a un año. En este caso la TIN es de 2,9595%.
TAE = (1 + TIN/f)^f - 1
donde f es la frecuencia de abono de intereses.
La TAE es (1 + 0,029595/12)^12 - 1 = 0,03 = 3,00%
Cuando la liquidación de intereses es menor del año, la TAE es superior a la TIN por lo que los bancos suelen publicitar muy grande la TAE, como en el siguiente ejemplo:
Es muy importante siempre tener en cuenta si los intereses que nos publicitan están anualizados o se refieren a otro período.
En el ejemplo anterior seguramente ha habido muchos clientes que a los 6 meses esperaban que su inversión fuera un 3,75% superior, cuando en realidad es de algo menos de la mitad.
En la web del Banco de España existe una calculadora de TAE - TIN.
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